Rosquitos de toda la vida
Como digo en el titular de la entrada...rosquitos de toda la vida. Los que yo comía en casa, los que hacía y hago a mis hijos, los que he visto en todas los hogares...., no voy a inventar nada nuevo con esta receta. Pero si algun@ no los habréis comido aún aquí está la receta más sencilla con los rosquitos más esponjosos que podáis comer. Espero que os guste.
INGREDIENTES:
3 huevos
9 c.g. de azúcar
9 c.g. de leche entera
9 c.g. aceite
1 limón
2 c.g. de sésamo o ajonjolí
1 sobre de levadura (16 gr)
harina de repostería la que pida (yo usé 500 gr en total)
aceite de oliva para freír
ELABORACIÓN:
- Tamizamos 600 gr (un poquito más por si se nos queda corta la cantidad que yo usé) con la levadura y dejamos en espera
- En una sartén ponemos aceite, 15 cucharadas grandes, y freímos, a fuego medio, el sésamo o ajonjolí con la cáscara del limón, hay que tapar enseguida sino saltarán las semillas y, aparte de llenarse toda la cocina, nos pueden quemar
- Cuando oigamos el chisporroteo de las semillas apagamos el fuego y retiramos para que se enfríe
- En un bol ponemos los huevos con el azúcar, batimos con varillas de mano muy bien hasta que veamos una mezcla blanquecina
- Añadimos la leche y volvemos a batir, seguimos con las varillas
- Con el aceite ya frío, lo colamos y echamos a la masa anterior las 9 cucharadas grandes y volvemos a batir con fuerza con las varillas
- Empezamos a añadir la harina tamizada con la levadura poco a poco, en principio aceptará las varillas, enseguida veremos cómo espesa y ya tendremos que utilizar las manos
- Cuando veamos que podemos hacer una bola de la masa con las manos entonces dejaremos de añadir harina
- Se pone en un bol, se tapa con papel film y se deja que repose media hora
- Antes de calentar el aceite, para que no se nos queme, podemos preparar unos rosquitos y ponerlos sobre papel vegetal para que no se peguen
- Se coge un trozo de masa, hacemos una bola y esta la apretamos con las manos afinándola, hasta que quede una largura suficiente para cerrarla con un pequeño apretón en las dos puntas
- Ponemos una sartén al fuego medio, con bastante aceite de oliva, y vamos introduciendo los rosquitos uno a uno, se hacen enseguida así que hay que estar pendiente para darles la vuelta y no se quemen
- Si es necesario, bajar el fuego hasta moldear otra tanda de rosquitos
- Conforme se sacan, colocar sobre papel de cocina para que suelte el aceite sobrante
- Hay quien después lo reboza en azúcar y canela, en casa nos gustan calentitos y sin rebozar. ¡Buen provecho!.