Ayer fue el cumpleaños de mi hijo el pequeño. Quería hacer una tarta original. Busqué entre las 3.000 recetas que tengo en mi agenda de notas y ¡nada de nada!. Después saqué casi todos los moldes que tengo, entre Nordic Ware, Silikomart, Tupperware etc. etc. Al final dí con estos dos que he usado que estaban metidos en un plástico sin estrenar aún y me dije ¡pues vamos a estrenarlos!. Primer paso superado pero quedaba el peor, el segundo porque ¿de qué la hago?¿con qué?¿en frío o en horno? Dios mío, vaya lío tenía. Así que me fui directa al grano: Ángel ¿de qué quieres la tarta?. Respuesta sin dudar: ¡de chocolate blanco y que no lleve frutas en almíbar!. Ea, pues ya lo tengo. Ahora a buscar receta otra vez. Un poco de una, porque llevaba frutas en almíbar, otro poco de otra, porque no era de chocolate blanco, otras descartadas porque no tenían base para sujetar el molde, total, creo que después de mucho buscar he hecho una mezcla y unos inventos que han sido un éxito.